El fin de la terapia regresiva es aprender a vivir el ahora con más alegría y con más conocimiento, nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos, los pacientes pueden mejorar su calidad de vida, así como disminuir los miedos, fobias, traumas, preocupaciones, estrés, etc.
La terapia regresiva ayuda a buscar el origen de los problemas, también ayuda a entender las relaciones con el entorno y el porqué de muchos de los problemas actuales que rodean a la persona, ayuda a entender tu personalidad.